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¿Qué había realmente en la computadora de “Raúl Reyes”?

Publicado: 2011-05-25

En breve: nada que no supiéramos. La prensa ha tenido titulares escandalosos en las últimas semanas respecto a menciones a Ollanta Humala en los archivos del dirigente de las FARC pero –como veremos más adelante- los datos realmente existentes son escasos, oblicuos y poco creíbles. Por otro lado, es impresionante cómo la prensa hace un mundo de estas minúsculas menciones y olvida –convenientemente- el probado vínculo entre las FARC y el régimen de Fujimori y Montesinos, cuya intimidad llegó al tráfico de armas a favor de los farianos.

“Los archivos de las FARC”, publicación del International Institute for Strategic Studies, de Londres, transcribe y analiza 5830 documentos de todo tipo encontrados en las computadoras y memorias USB del dirigente de las FARC, muerto en un bombardeo del ejército colombiano en marzo del 2008. Los documentos -que incluyen transcripciones de correos, reportes de situación militar y política e incluso órdenes de intendencia- tienen varias referencias al Perú, principalmente a través de reportes de la agente “Esperanza” (Nubia Calderón), pero muy poco más allá de reportes generales y su ansiedad por encontrar cobertura diplomática. Sobre Ollanta Humala, sorprende que pese al escandalo generado por los medios de prensa hace unas semanas, no haya más que tres flacas menciones por nombre, siempre por referencia de terceros.

Los datos de "Reyes" ya se conocían.

El fantasma de una penetración de las FARC en el Perú se ha agitado una y otra vez desde el fin del fujimorismo, sugiriendo ya sea operaciones militares de esa organización en nuestro país, o bien un complot generalizado, de la mano de Hugo Chávez. Los documentos de “Raúl Reyes” (Luis Devía) sugieren –por el contrario- una operación absolutamente amateur, de interés secundario para unas FARC que ven las fronteras de su país con Venezuela y Ecuador como el escenario principal.

Los archivos de Reyes han sido conocidos antes en el Perú: desde 2008, el año de su obtención, a partir de una investigación parlamentaria en el caso “Casas del Alba”, dirigida por el parlamentario Walter Menchola, de Unidad Nacional. Ese mismo año, la policía produjo arrestos de izquierdistas peruanos por participar en reuniones en Ecuador donde –se decía- podrían haber coincidido con organizaciones de pantalla de los colombianos. Igualmente, “Agencia Perú”, dirigida por Cecilia Valenzuela afirma haber utilizado los documentos de “Reyes” para sus investigaciones sobre las presuntas tendencias extremistas de “Patria Roja”.

Los archivos de “Reyes” en todos esos casos permanecieron ocultos por sus usuarios, sin posibilidad alguna de una lectura independiente. Pero sorprende que habiendo tenido acceso a esos documentos todo este tiempo, no se sepa sino hasta ahora, por vía de la publicación inglesa, que habían menciones a una supuesta financiación venezolana hacia Humala en el 2006.

Lo que dicen los documentos.

Fue solamente a raíz de la segunda vuelta y la publicación del documento del IISS que los medios levantaron una arquitectura conspirativa a partir de exactamente una frase contenida en uno de los correos. La frase en cuestión es la única, entre 5830 documentos, indicando algún tipo de interés de Venezuela hacia Humala. Pese a cubrir con detalle la situación venezolana, la evolución del gobierno de Hugo Chávez y el contexto regional, no hay nada en absoluto en los archivos que sugiera ningún tipo de relación de cercanía o dependencia entre el venezolano y Ollanta Humala.

¿Qué dicen las referencias? Veamos:

* El 11 de abril del 2006, un grupúsculo ecuatoriano, llamado “partido comunista marxista leninista” le dirige una carta a Reyes, quejándose amargamente de la situación política ecuatoriana, y repasando para él los acontecimientos regionales más recientes, entre ellos, la primera vuelta en las elecciones peruanas. Los ecuatorianos indican que ha ganado un tal “Ollanta Omala (sic), un personaje con actitudes nacionalistas de derecha manejando opiniones de izquierda”. Fuera del lapsus, esta nota no es más que información pública sobre lo que ocurría en el Perú.

* Un correo sin fecha, pero probablemente de julio de 2006, reporta una larga conversación entre “Reyes” y un funcionario venezolano, Julio Chirino o Chirinos. Este es el documento que la prensa ha utilizado para armar una supuesta relación entre Chávez y Humala. Como ya se ha publicado, hay una solitaria frase indicando la tal relación, que dice, literalmente: “invirtieron recursos en la campaña por conseguir la presidencia de Ollanta Humala en el Perú, pero perdieron aunque este hombre cuenta con una importante fuerza política electoral.”

La prensa reproduce el texto, pero lo que ningún medio hace es preocuparse por la solidez de la fuente citada por Reyes. Nadie dice, así, que Chirino era un desconocido para Reyes hasta marzo de ese año. En un correo de ese mes, “Reyes” le pregunta a una tal “Gloria” por “referencias de Julio Chirino” porque le han dicho que esta persona representa al canciller venezolano Ali Rodríguez. Se le contesta en mayo que es un viejo militante de izquierda, de la época de las guerrillas (los años 60), y jefe de la seguridad del canciller.

La entrevista con Chirinos se menciona un par de veces más en correos posteriores en los que “Reyes” trata de consolidar alguna de las cosas discutidas, pero nada se concreta. Por fin, el 20 de agosto, “Reyes” se queja en una carta a “Tino” (Amilcar Figueroa): “nada más volvimos a saber por estos lados del amigo Julio Chirinos”. Peor, el 19 de setiembre, Reyes se vuelve a quejar y dice “el amigo Chirinos nunca más volvió a aparecer por ningún lado. Es complicada la comunicación con ellos por su informalidad en todo.” En el interín, Ali Rodríguez había dejado de ser canciller y seguía tratamientos para su salud en Cuba.

Las afirmaciones de “Reyes” sobre su reunión con Chirino son, pues, su transcripción de oídas de un personaje al que no conocía, en el entorno de un funcionario de salida, en un gobierno donde prima la informalidad. Luego “Reyes” recibiría un par de comunicaciones de subordinados que han visto a Chirino, en lo que resta del 2006 y el 2007, siempre dando excusas, indicando que está ocupado o enfermo. No parece que ni para la FARC, el tal Chirino haya sido muy creíble, y más bien parece que sufrieron una versión caribeña de la criolla “mecida”. La reunión de marras parece ser la de alguien que pasea a “Reyes”, le saca información y nunca lo vuelve a ver. Esa es la famosa prueba reina en el escándalo anti Humala.

Más que “Reyes”, que estaba en la jungla y requería datos de sus informantes en Venezuela, sabe cualquier persona con Google a la mano: Julio Marcelino Chirino es un viejo guerrillero venezolano de los años 60, con conocimiento obvio de temas de seguridad. Ha publicado un libro llamado “Vivencias de El Cabito”, que cuenta sus historias en la guerrilla. Sin duda que era el personaje perfecto para mecer a las FARC. No confundir con Julio Ramón Chirino Rodríguez, que es el actual embajador de Venezuela en Uruguay.

* Pero volvamos a los correos: por último, el 31 de octubre de 2007, “Reyes” recibe de “Hernán Ramírez” (Italo González) un proyecto de análisis de la situación política latinoamericana donde nuevamente aparece una mención al “Ex candidato presidencial Ollanta Humala” en el Perú, quien ha hecho la propuesta de una asamblea constituyente. De nuevo, nada nuevo.

De otras cosas nadie habla.

Pero eso no es todo. Aún hay más información, aunque no se refiere a Humala.

Si del lado de las supuestas evidencias dañosas contra Humala no hay más que pasajes oblicuos de poca fiabilidad, existen similares pasajes sobre el gobierno de Fujimori y sobre Alan García que nadie en absoluto ha reportado.

* Así, el 30 de enero del 2000, “Reyes” reportaba que se había reunido con embajadores de 16 países, entre ellos el Perú. De acuerdo al canciller fariano, el cuerpo diplomático tenía “buena tónica y disposición de ayudar”. Esto se refiere, obviamente, a los fallidos diálogos de paz en el Caguán, que duraron hasta el 2002. Nada nuevo allí tampoco, pero causa curiosidad que la prensa peruana –tan atenta al escandalo- no se acuerde de que el gobierno de Fujimori enviaba embajadores al Caguán a hablar con las FARC ni (ya lo hemos dicho) de que Vladimiro Montesinos hubiera traficado armas con este grupo, dato que el informe de IISS resalta en su introducción.

* Y el 20 de enero de 2002 un correo de “Ricardo” (Rodrigo Granda) indica que “Esperanza” indica desde Lima que es posible reunirse con “algunos ministros y con Alan García”, y pregunta “¿quién cubre esas entrevistas?”. De nuevo, no hay en esta nota la menor novedad, porque –aunque en crisis- seguían formalmente los diálogos del Caguán y las FARC probablemente buscaban exposición diplomática. No sorprende la mención a García, quien había quedado segundo en las elecciones y era, por lo tanto, un interlocutor importante, y porque había vivido un buen tiempo en Colombia. Pero nuestra prensa, por supuesto, calla sobre esta posible aproximación.

Por lo demás, nada sorprendente. El Perú se menciona muchas veces, pero siempre para relatar las peripecias de “Esperanza” que tiene que dividir su tiempo entre Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. De hecho, tan poco central les parece el Perú que muchas veces, aparece en una misma frase como “Perú y Bolivia”. Las FARC, siguiendo a “Reyes” estaban mucho más ocupados con Ecuador y Venezuela y veían al Perú como un sitio de paso para sus agentes, gracias a la permeabilidad de sus fronteras.

No deja de llamar la atención (aunque no debiera esperarse nada de la mayor parte de la prensa nacional) que se haya construido un castillo de naipes sobre estos escasísimos y poco fiables datos. De hecho, tan minúscula información era la del IISS que a los pocos días, la campañita falleció de muerte natural.

Es alucinante lo fácil que es mentir por insinuación. Basta con decir “Humala mencionado en computador de Reyes” para que se cree un aire de culpabilidad, sin mencionar por supuesto que cientos de personas están mencionadas en un archivo de ocho años de información. Fácilmente podría decirse “Alan García mencionado en computador de Reyes” o “García se iba a reunir con las FARC”, pero nadie lo hace, porque a estas alturas sólo convienen las medias verdades si se pueden usar contra Humala.

Este artículo es sólo para dejar las cosas claras y conste al menos una respuesta, que no deje las cosas en el aire.

Algunas imágenes son del reporte del IISS. La foto es de una revista venezolana. Ver en nota aparte, una discusión sobre la autenticidad o no de los datos de “Reyes”.


Escrito por

Eduardo Gonzalez

Descendiente del gitano Melquíades. Vendo imanes. Opino por mi y a veces por mi gato.


Publicado en

La torre de marfil

Blog de Eduardo González Cueva