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james foley

Crueldad y oportunismo

Publicado: 2014-08-22

El video que muestra la ejecución del periodista estadounidense James Foley por parte de militantes del “Estado Islámico en Irak y el Levante” (EIIL) debe de haber sido visto, parcialmente al menos, por millones de personas en todo el mundo. Desgraciadamente familiarizado con las peores formas de atrocidad, recomiendo enfáticamente no verlo; pero sí llamo la atención sobre un elemento profundamente cruel del crimen, y un acto de oportunismo detestable surgido luego de su difusión.

Crueldad

Hallo que un detalle de la ejecución es particularmente cruel. No me refiero a los aspectos repugnantemente “técnicos”, del crimen; sino a su naturaleza como performance, su pedagogía infernal. En efecto, el video pretende ser un “mensaje” al Presidente de Estados Unidos, Barack Obama y –por extensión- a los ciudadanos de los países occidentales.

El mensaje es previsible: No intervengan en nuestros asuntos, o ejerceremos represalias feroces. Pero lo que importa para su efectividad, es ofrecer dos pretendidas pruebas de veracidad: la ejecución de Foley y la lectura que éste hace de un texto en el que, supuestamente, denuncia al gobierno de los EEUU e incluso a un familiar que es miembro de la Fuerza Aérea de ese país.

Los dos elementos son contradictorios, por supuesto: si Foley –se supone- ha visto la luz del EIIL y decide denunciar a su gobierno, ¿por qué lo ejecutan? Y si –por el contrario- Foley no cree en las teorías de los terroristas y sabe que de todos modos lo van a ejecutar, ¿por qué aceptaría darles la razón?

La única forma en que tal acto es posible es por una gravísima coerción. Foley puede haber sufrido amenazas contra sus familiares (creíbles si se considera que muchos de los militantes de EIIL son ciudadanos de países occidentales que podrían actuar en EEUU) o puede haber actuado para evitar mayores sufrimientos para otros rehenes.

Foley era ante todo un humanista. Su trabajo periodístico cubriendo los sufrimientos de los civiles, y su persistencia en un oficio de riesgo incluso a pesar de ya haber sido apresado por las tropas de Gadafi en Libia, muestran una personalidad excepcional que difícilmente iba a contradecir en el último minuto sus convicciones de vida. Más aún, el comportamiento estoico de Foley durante todo el video indica una dignidad que cuestiona su supuesta abjuración.

Obligar a la víctima a abjurar de su identidad o sus convicciones busca crear una cierta pedagogía infernal, “demostrar” que quien tiene el poder de matar tiene, además, la razón. Esta práctica es vieja: desde los autos de fe medievales donde se daba al hereje en la hoguera la oportunidad de pedir perdón; hasta las torturas en Guantánamo donde se hace que los prisioneros maltraten los textos del Corán; pasando por los Procesos de Moscú donde los acusados se deshacían en elogios a Stalin. Por supuesto, es fácil darse cuenta de que se trata de un supremo acto de cobardía de parte del perpetrador, porque pone en evidencia que no está seguro de sus propias acciones y requiere una corroboración, aunque sea falsa.

Oportunismo

Pero a la atrocidad de la ejecución y la cobardía de obligar a Foley a leer un texto que sirve a sus ejecutores, ahora se suma una nueva infamia: el uso oportunista que ciertos sectores políticos hacen del crimen de EIIL. En efecto, los gobiernos de Israel y Rusia han utilizado el nombre de Foley para ganarse algunos puntos baratos.

El Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu publicó en su cuenta de twitter la horrible fotografía de la ejecución junto con la de una ejecución extrajudicial cometida por Hamas para establecer una continuidad entre este grupo y el EIIL. “Son enemigos de todos los países civilizados” titula Netanyahu, para atizar los fuegos del pensamiento colonial, según el cual Israel es una avanzada de la civilización rodeado de pueblos salvajes. Para enviar este mensaje, Netanyahu no vacila en pisotear la dignidad de las víctimas y sus familias.

Por su parte, Russia Today (RT), la cadena de prensa del Kremlin, reproduce también la fotografía de la ejecución con el titular “Periodista decapitado pidió alzamiento contra EE.UU.” reconociendo, por lo tanto, validez al texto leído por Foley, como si fuera posible considerar que la víctima hubiera hecho una declaración como la que hizo, en libertad. Igual que Netanyahu, RT hace alegre uso de una pornografía del crimen.

Semejante oportunismo político no debería sorprender de parte de dos regímenes similares. Ambos son extremistas ideológicos de derecha; ambos comparten un profundo nacionalismo militarista; y ambos tienen un talante colonial y una práctica anexionista. Anoto otra similitud: ambos regímenes han decidido destruir cualquier discurso histórico racional, para imponer una narrativa que les sirva. Israel, que rechaza paralelos odiosos con el Apartheid o con el nazismo, debería tener un mínimo de prudencia con las comparaciones. Rusia, que tiene una larga historia de crímenes de estado y seudoprocesos penales, debería tener un poco de vergüenza propia antes de darle validez a la declaración leída por Foley.

Por sus actos los conoceréis. A los crueles y a los oportunistas. A los que recurren a la pedagogía infernal, y a los que se suben al carro del horror para ganar puntos. Todos, postulo, demuestran su absoluto desprecio por la vida humana, su estrategia de ganar a cualquier costo, y su determinación de embrutecer a sus bases sociales, quitándoles toda capacidad de empatía. Extremismos religiosos, nacionalistas, con vastos ejércitos o con militantes determinados, se dan la mano en la guerra informativa. Esta semana, creando o aprovechando la imagen de la víctima, arrodillada bajo el sol, se han dado la mano para hacernos peores a todos.


Escrito por

Eduardo Gonzalez

Descendiente del gitano Melquíades. Vendo imanes. Opino por mi y a veces por mi gato.


Publicado en

La torre de marfil

Blog de Eduardo González Cueva